Décadas de intervención estatal bajo el prisma del desarrollismo y el fantasma obsesivo de la chileización durante los últimos 17 años, han provocado en algunos aymaras un natural excepticismo, que a veces limita lisa y llanamente con la desconfianza. En otros ha ayudado a cultivar una especie de nostalgia por tiempos ya lejanos (donde temas como en Tawantinsuyu, parecen recurrentes), aunque tampoco está ausente un afán casi dogmático por subirse a la modernidad arrasante, haciendo del pragmatismo y del realismo político el principal referente. Todo esto es comprensible, puesto que, no solo entre ellos, sino también entre nosotros, se han derumbado muchos paradigmas y se necesitan nuevas tablas para flotar en este mar de cambios.
Compartiendo objetivos con el encuentro Desarrollo Andino y Cultura Aymara, realizado en Iquique por el Taller de estudios Aymara (TEA), el Centro de Estudios Regionales (TER) y el Centro de Investigación de la Realidad del Norte (CREAR), es de libro recopila la discusión abordada sobre las relaciones entre los conceptos de desarrollo y cultura con toda la complejidad que contienen.