
Un gallo que no sabía cantar, un pato estítico, una barata limpia, un pelícano con su pico y bolsa rota, son algunos de los personajes que viven en estos 10 cuentos teñidos se iquiqueñismo. El gallo que hizo dormir al día, nos lleva a un mundo que, poco a poco, se va desdibujando en la modernidad millennial. Son el reflejo de una ciudad plena de vida y personalidad propia, en las voces e historias de estos animales animados por la prosa urgente y sin remilgos de Patricio, personajes en quienes nos podemos reconocer, como un espejo que nos devuelve una imagen que no debemos dejar que se vuelva tenue y evapore en este tiempo que pareciera le encanta devorarse a si mismo, rápidamente, dilapidándose en el olvido, causado por el exceso de información circulante.