Juvenal Ayala nos envía esta segunda entrega con historias de perros huachos, de técnicas para hacer madurar los erizos, de viejos púgiles del boxeo y de faluchos rebosantes de cojinobas y papaniaguas. Tampoco podían faltar los poemas.

“¡Ha llegado Encomienda!” eran las tres palabras que a oídos de jóvenes estudiantes de provincia sabían a gloria. Cada paquete recibido, iba siendo despojado con avidez de su envoltura, con el único afán de descubrir los pequeños tesoros maternales enviados – de cuando en vez-.

SELLO EDITORIAL: Ediciones Campvs,