El presente estudio sobre la obra de teatro Estado Vegetal (2017) de la chilena Manuela Infante (1980), se da desde una perspectiva estética y filosófica, para encontrar relaciones entre creatividad, política y comunidad. Pretende mostrar en la práctica cómo los estudios feministas pueden establecer un puente entre arte, activismo y creación, dentro de un marco de análisis que comprenda cuestionamientos en los diferentes discursos y hegemonías. De esta forma, se comprende la construcción y representación de identidades culturales como un sistema abierto, de resignificación, híbrido, mutable y que busca constantemente la transformación social en diferentes ámbitos. Desde este lugar la investigación describe una obra en estado dramático ramificado, que enfrenta un presente en conflicto, pero que también es absolutamente creativa, indisciplinada.

SELLO EDITORIAL: Editorial Navaja,