En La mujer de sal, Amalia es una ninfómana que se niega a olvidar el amor del pasado y busca en el placer sexual con distintos hombres la recomposición del amor perdido. En París, su amigo Théo la acompaña y le ayuda a resolver su malestar a través de un diálogo cuasi terapéutico. Paralelamente, la protagonista escribe una novela en donde relata su pasado para develar los resortes de esa pérdida que no le permite liberarse y dejar de vivir el presente como sustitución del pasado. La articulación del diálogo es sutil y ágil en la exposición de la interioridad de los caracteres.
SELLO EDITORIAL:
Zig-Zag,