En Matadero, el autor sube la apuesta: amplía y a la vez concretiza la mirada en un espacio preciso y simbólico: el tradicional y populoso barrio Matadero de Iquique.

Bustamante entra y sale de ese barrio citadino y poético, va y viene de todas las posibilidades semánticas del que está dotado el título del libro: espacio delictivo y boxeril, marginalidades varias, referencias al capitalismo tardío y a sus detritos, erigidos en forma de oxidadas centrales hidroeléctricas en la orilla de playas destruidas por un sistema económico brutalmente destructor.

Bustamante evita la patrimonialización, la folclorización en forma de verso de un lugar que tiene ubicación precisa en el mapa iquiqueño. Ante todo, el hablante trabaja al filo de los lugares comunes, pero escapando de ellos e invirtiendo el procedimiento: donde otro fracasaría facturando un verso decadente y grandilocuente para representar la barriada popular y delictiva, o se perdería en una poética artificialmente rústica y dada al realismo sucio, el hablante en Matadero usa, utiliza y se apropia de un sitio, y desde ahí poetiza, sin miedo a irse por las ramas y fabricar un verso de ideas, allí donde la falta de oficio de otro produciría un material definido por la exactitud y la referencia concreta.

SELLO EDITORIAL: Editorial Aparte,