
Escribir sobre el bolero es, aparte de un acto de fe, un ejercicio ético y estético. Es lo primero – ético- ya que implica poner en agenda un tema que habita en el imaginario de millones de hombres y mujeres, pero que no ha provocado en el intelectual, ni en la academia, un debate y menos aún una consideración que pueda ser comparado con un pie de página.
Este género musical no ha despertado el interés de las ciencias sociales. Las razones parecen simples. El bolero no es canción de protesta ni nada que se le parezca. Este discurso musical nacido en Cuba, no ha tenido la consideración que otros si han tenido.
SELLO EDITORIAL:
El Jote Errante,