
«Estoy en la maleta de un Opala rumbo a Zaïre. Me esperan boxeadores al otro lado del charco. Llegará la primavera y sus ferias de libros y golpearé a los poetas nefastos que se ligan a la policía, les recordaré que eso nunca será un buen negocio. Trenes atestados de covid y trabajadores infectados verán nuestro combate desde sus teléfonos. Fue esta pelea la que introdujo a Zaïre en las poblaciones. Noches como un último combate. Y la policía, durante el toque de queda, nos gritaba: no vivirás del box. El ring del barrio no es metáfora en todo esto. Pero fue en esa misma época que los blancos, por su propio bien, debieron abandonar Zaïre. Hasta nuevo aviso».
Un poemario que transmite la crudeza de la vida en el mundo como si fuera un espacio más de África.